Me habían guardado para el sábado el encuentro con Agustín. Estuvimos en su casa y fuimos a pasear por la Geria. Almorzamos rica comida canaria, que yo degusté al momento en la teta de mi madre.
Nos hemos ido a pasar unos días a Lanzarote, que lugar tan bonito y que sorpresas me guardaba. Todo me parecía bien y todo me gustaba, creo que soy un poco novelera. Y hay que ver lo guapos que quedamos.
A finales de mayo instalamos el refugio en la playa y pasamos una ricas tardes. Leila y yo no paramos de reir, menudas puestas de sol gozamos (aunque no siempre se acuerdan de la cámara).